Hoy me levanté con las enormes ganas de sentir el fuerte abrazo de mi padre y sus tiernas y dulces palabras. Siempre me llevaba al dentista cuando era pequeña... y cómo tenía miedo, al sólo escuchar esos ruidos horribles, que me causaban pánico... parecía que estaba en la silla eléctrica o en esas películas de terror, donde hay torturas... y el Doctor de apellido DE LA PIEDRA, un gordito de tez blanca, bonachón, pero a la hora que se me acercaba con todo su material quirúrgico, lo único que quería era HUIR, pero el sólo hecho de estar con mi padre, me infundía valor. Después de toda la pesadilla, mi padre decía: -Nuria, un heladito?-, yo felíz decía que sí, y nos íbamos tomados de la mano por la Av. Sánchez Cerro. En aquel entonces existía la revista "ANTEOJITOS", me encantaba por todo los artículos que tenía y sobretodo porque siempre venía de obsequio algún juguete. Mi padre siempre me la compraba y cómo me divertía leyéndola. También estaban los "PERROS CALIENTES", que eran los deliciosos panes con hot dog, ensaladita de repollo y mayonesa... nunca me gustó la mostaza, y hasta el día de hoy, cuando me entra la nostalgia, recuerdo su agradable e inconfundible sabor, pero sobretodo a mi PADRE. Talvés creo que mi vida no hubiera sido tan triste si estuviera él... y cuánto lo extraño. Sólo tenía 15 años cuando falleció, era la luz de sus ojos, su primera hija... su alegría... sencillamente como él siempre decía... estaba orgulloso de mí. Su partida dejó un hueco enorme en mi corazón... en mis momentos de soledad lo recuerdo tanto, pero luego me escondo como un caracol y finjo ser fuerte... dura... indiferente... luego creo, que no es lo mío y sigo para adelante, venciendo la adversidad, los malos ratos, los momentos tristes... decido entonces sacar fuerzas y no soltar la pluma, mi fiel amiga, mi verdadera amiga... siempre está dispuesta a esperarme... preparada y lista para ayudarme a escribir mis sentimientos... y todo lo que hay en mí... hoy son sentimientos encontrados... hoy es un día donde: -¡TE EXTRAÑO TANTO PAPÁ!...
La pérdida de un ser amado es igual de dolorosa sin importar la edad, y hay veces que el tiempo no basta para encontrar suficiente consuelo. Que bellas palabras las que dices sobre tu padre, estoy segura que aun ahora, sigues siendo su orgullo. Un saludo
ResponderEliminarGracias por tus palabras y que bueno que te gusten mis notas. Cariños. Ojalá puedas votar por mi blog. Cuídate!
ResponderEliminaryo te entiendo la perdida de un ser amado nunca se olvida yo perdi a mi abuelita talves no la valore o mejor dicho no le demostre todo mi amor y espere su partida para darme cuenta q ella era todo para mi y mis hermanas si tu q tuviste a tu padre 15 años lo extrañas imaginate yo q lo veo cuando el puede y eso me dule mucho no te imaginas cuanto pero asi es la vida.tu padre de donde esta te cuida ati y a toda tu familia chau besos karla ruesta esquerre.
ResponderEliminarGracias Karlita. Es verdad lo q dices. Es muy triste... sólo tenemos q continuar en esta vida, pero siempre con fuerzas para salir adelante. Un beso. Cuídate y gracias por leer mis notas!
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