"Gabriela, muy amorosa y super contenta, se preparaba para recibir a su esposo. Escogió el mejor traje y se maquilló para él... celebrarían juntos su primer aniversario de matrimonio. Habían sido días de inmensa dicha, pero él... jamás llegó a la hora acordada para celebrarlo. Muy triste Gabriela, decidió esperarlo media hora más, la maravillosa cena que le había preparado, yacía fría en la decorada mesa. Cuando se disponía a cambiarse para meterse a la cama escuchó el sonido de la llave que entraba en la chapa de la puerta... era él y estaba completamente borracho.
Gabriela preocupada, le preguntó que había sucedido, el por qué de su demora. Antonio al escuchar a su esposa, pensó que era un reclamo y sin más reparo, golpeó con todas sus fuerzas el rostro de Gabriela, que sin esperar tal reacción, cayó al piso con la boca completamente ensangrentada. No sentía dolor, quizá fingió no sentirlo. El miedo se apoderó de ella, Antonio estaba fuera de sí y regresó una y más veces para golpearla sin piedad... Gabriela... no despertó más".
Nuria Lourdes.
* Me pregunto el por qué del proceder de Antonio? Casos lamentables que ocurren día a día en nuestra sociedad... mujeres maltratadas que por miedo, callan y no se atreven a denunciar nada porque piensan que todo está bien... porque creen que el maltrato es una forma de amar... forma de amar???, qué nos pasa, dónde estamos?
Puedo observar en estos últimos días el aumento de los feminicidios y torturas en familias por parejas de mujeres, que como dije líneas arriba, por el miedo a ser brutalmente golpeadas no se atreven a denunciar y menos, a separarse de sus parejas agresoras.
Una amiga soltera me pregunta: ¿Cómo sé si mi actual pareja se va a convertir en un hombre violento cuando nos casemos?... pensé, qué pregunta difícil, no soy adivina por Dios Santo!), sin embargo tener una sabia respuesta en mi condición de casada, sería como hacerla soñar con una vida felíz, donde exista el respeto mutuo y violencia, jamás... pero eso no lo sabemos hasta el día que nos casamos y nos vamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos... la convivencia es diferente. La fórmula para resolverlo la tenemos nosotros como pareja... sin comunicación, no hay nada.
Si nosotras las mujeres toleramos insultos por primera vez de nuestras parejas y no ponemos freno, porque creemos que los amamos y no nos importa, entonces estamos ante un grave problema, y debemos darle solución a tiempo... de lo contario, terminaríamos como Gabriela, la protagonista de mi breve relato.
Repasando las experiencias y los episodios felices al lado de mi esposo, puedo decir, que aunque no somos la pareja perfecta... con amor y comprensión, todo se puede lograr... por eso convencida y llena de optimismo le respondí a mi amiga:
¡Que sí se puede tener un hogar felíz, si le haces saber a él que al primer insulto, o al primer golpe, TÚ... estás dispuesta y convencida que lo dejarás, sin vacilar ni un segundo... el respeto mutuo y la COMUNICACIÓN... deben primer siempre.
Nuria Lourdes (1:20 a.m.)
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Les dejo muchísimo cariños y un mundo de felicidad.
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