jueves, 19 de enero de 2012

AGATHA.... De Regreso a Casa!

Después del relajante baño con agua tibia, Agatha se vistió, sintiendo el grato olor de la ropa limpia, se metió a la cama, suave, cómoda y se cobijó con las frazadas que le brindó Estela. Recordó una vez más todo el dilema en el que se había metido y ante la maternal mirada de la amigable señora, decidió contarle todo lo sucedido y al pie de la letra. Cuando terminó su relato, sintió una paz que le inundaba el alma, por primera vez en su vida, fue escuchada con mucha atención, pero sobretodo con ese gran amor que solo una madre tiene para sus hijos y que en esos momentos solo Estela se lo había podido dar. Enseguida la abrazó tan fuerte, que quiso protegerla de todo peligro, se desbordó en frases de cariño para ella, talvés porque siempre anheló tener una hija y justo ahora y sin imaginárselo, Dios puso a Agatha en su camino y aprovechó todos los minutos para poder ayudarla. -Sabes?, es un momento muy difícil el que estás pasando, pero ello te ayudará a crecer y lo más maravilloso es que llevas un hijo en las entrañas y por ese pequeñito ser, tienes que luchar, él será una bendición en tu vida, aunque sientas que el mundo está en contra de  tí, él... será tu luz, sé fuerte, ya lo verás!-.
Con esas hermosas y alentadoras palabras Estela se retiró de la habitación, llevando la casaca que Edú le había prestado a Agatha... y cerró la puerta.
Estando a solas, sintió un leve movimiento en su vientre, el pequeñito se estaba moviendo, por su corta edad Agatha sintió miedo, pero rápidamente se sobrepuso y decidió sentirlo una vez más poniendo nerviosamente ambas manos en su barriga, que apenas lucía un pequeño bultito y por arte de magia, surgió ese lindo sentimiento, que todas las madres tienen cuando van a tener un hijo... pensó y se dijo: -¡Está bien... no estoy sola, tú me darás todas las fuerzas necesarias Jesús de mi vida, tú mi fortaleza, tú que haz hecho que pueda encontrar a estas buenas personas en mi camino... y sabes pequeñito, ya te siento y te amo tanto que  serás tan felíz, y te prometo... que no sabrás lo que es sufrir sin tener padres... yo te daré mucho amor y como dice Estela, serás la luz que ilumine mi camino-. y pensando tan lindo se quedó dormida.
Estela entró nerviosamente al cuarto, casi derribando la puerta, habían pasado dos horas, y despertó a Agatha, había escuchado en las noticias que sus padres la estaban buscando y que mejor era avisarles que estaba bien, que no le había sucedido nada... -Tiene razón señora Estela, hablaré con ellos, pero si no me escuchan, no sé cómo tomarán la noticia... hace mucho no tenemos una conversación seria, nunca están conmigo-, -No te preocupes yo estaré junto a tí,  cuando eso suceda, no te dejaré sola-. Ambas salieron de la habitación y se dirigieron al teléfono público más cercano, enseguida Agatha echó una moneda que Estela le había prestado y su corazón comenzó a latir apresuradamente, casi era una bomba de tiempo... hasta que por fin... -¡Mamá, soy yo!... al otro lado de la línea,  se escuchó un conmovedor llanto... ¡hijitaaa ¿dónde estás?, tu padre y yo queremos verte, ya sabemos toda la verdad, por favor... te amamos, iremos enseguida por tí, tenemos que hablar... por favor...!, Agatha soltó el teléfono y sintió que nuevamente le faltaban las fuerzas, pero Estela estaba ahí y no permitiría que ella vuelva a desplomarse, la sujetó y cogió el teléfono, enseguida le dio la dirección a la señora y colgó, regresando nuevamente a casa.
A los 30 minutos un elegante auto color rojo, se estacionó frente a la casa de Estela, descendieron de el, los padres de Agatha, lucían nerviosos y muy preocupados, tocaron la puerta y Estela los hizo pasar amablemente, después de un cordial saludo, los invitó a sentarse, pero ellos no estaban dispuestos a esperar más y corrieron a la habitación en busca de su hija. Cuando la vieron, fue tanta la emoción, que su padre casi tropieza con una silla que estaba a la entrada... pero eso no importó, lo que querían era ver a su hija, abrazarla, decirle todo lo que estaban sufriendo con lo que ella había pasado y cuando Agatha los vio tan deprimidos, casi temblando de la emoción, corrió también a ellos y los abrazo tan fuerte, que en esos momentos no cabía ningún reproche... sólo el sentimiento. Su madre no tenía palabras, solo lloraba y pensaba que si ella le hubiera dado aunque sea unos minutos de su tiempo, esto no habria sucedido... pero ahora... lo que importaba era tenerla de vuelta con ellos, no pedían más y decidieron llevarla a casa.
Agatha salió con sus padres de la habitación y se acercó a Estela, ella la miraba contenta, pero a la vez triste, la hija que había tenido por un día y medio, casi dos, se iría de su lado, pero la reconfortaba que su consejo le sirvió para que las cosas salgan bien... -Cuando decidas venir por aquí, serás bienvenida, nunca lo dudes, igual iremos a visitarte, digo iremos, porque Edú irá conmigo-... Agatha abrió sus hermosos ojos color miel... estaba felíz de oir esa linda noticia, aquel chico tan lindo, aquel que le tendió la mano, iría con Estela a visitarla y talvés sería el comienzo de una linda amistad... o talvés el inicio de una bonita historia de amor... la ilusión se reflejaba en su rostro. 
En el umbral de la puerta, los padres se despidieron agradeciendo el gesto tan noble de Estela... Agatha  se despidíó también y se lanzó a los brazos de esta linda señora, agradecida, en paz con ella misma y con todos... volteó una vez más y Estela le hizo un guiño, haciendo ver graciosa su tierna cara... Agatha subió al auto y enseguida vio pasar el ómnibus de la Universidad a donde iba Edú, él también vio el auto y apresurado bajó la luna, alcanzando a  despedirse de Agatha... ambos se miraron, agitando las manos... hasta que el auto se perdió en la autopista.

Autora: Nuria Lourdes Ruesta Zapata.                                                                                         The end!

6 comentarios:

  1. Está linda la historia, puedes hacerla novela, sería un buen inicio, mucho talento. Felicidades.

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    1. Gracias por tu lindo comentario. La verdad lo he pensado, gracias por tu sugerencia. Saludos!

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  2. Me fascinó la historia!!!..lindísima...ME ENCANTARÍA QUE SIGA ESCRBIENDO ME MUERO DE CURIOSIDAD POR SABER Q PASA KN "AGATHA"!!! :D

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    1. Hola, gracias... me lo están pidiendo, creo q Agatha se ganó el cariño de todos. Un abrazo!

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  3. muy bonita historia =) menos mal que regresó a casa

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  4. Gracias, si fue muy bueno. Si todas las niñas fueran orientadas y sus padres les dieran tiempo, nuestra juventud sería mejor. Un abrazote.

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