"ROCKY, UN PERRO FIEL"

Hoy les hablaré de una linda amistad. Y me convencí que el PERRO, es el mejor amigo del hombre.

ROCKY, es un hermoso perro que desde cachorrito siempre acompañaba a su ama, una gran atleta, a correr todos los días por los majestuosos paisajes de la selva de Tarapoto. Un día, en los acostumbrados recorridos, ella decidió avanzar más adentro y se desvió del camino, no se  dio cuenta y pisó mal, perdiendo el equilibrio y cayendo a un profundo abismo. ROCKY, su fiel amigo, hizo todo para llegar a ella y lo logró. La caída de su amiga fue tan fuerte que se fracturó la pelvis... ella en medio del accidente activó su instinto de supervivencia,  recordando los entrenamientos y comenzó a trabajar en ello como pudo para poder salvarse. ROCKY, siempre quieto, atento, vigilante... no se separaba de su amiga ni por un minuto. Así pasaron dos días, y ella empeoraba cada vez más, no había manera de pedir ayuda. La noche se tornaba demasiado fría y las fuertes lluvias amenazaban a que tenga una neumonía aguda y fulminante. Tampoco había un lugar donde guarecerse del frío, la selva por la noche, era tenebrosa, los animales podían atacarla. Intentó pararse, cayéndose inmediatamente de nuevo y se creyó perdida para siempre. Cuando las fuerzas estaban por abandonarla y después de gritar como 50 desesperadas horas pidiendo auxilio, ROCKY se acercó más a su amiga, empezó a lamerle la cara y ella, con el profundo dolor de su pelvis rota, sacó fuerzas y le pidió a ROCKY, que vaya por ayuda. El, corrió disparado, tanto que cuando los rescatistas lo vieron, se sorprendieron de que no pida comida, sino que los jalase para que vayan a ayudar a su amiga. ROCKY, dirigió el camino y cuando llegó, ella se sintió felíz, sus ojos se humedecieron de llanto, no podía creer que siguiera viva, gracias a su valiente perro. Los rescatistas contentos, le dijeron: -Felicitaciones, yo también quiero un amigo como ROCKY-... luego la subieron cuidadosamente a una camilla, llevándole inmediatamente al hospital. Los médicos dijeron que talvés no volvería a caminar, pero ella, jamás se rindió, ROCKY, seguía ahí... dispuesto a seguir acompañando a su ama como siempre y hasta las últimas consecuencias... ella, constante en su recuperación... volvió a caminar de nuevo y volvió a correr por la misteriosa selva y en compañía de su inseparable amigo... Cada vez que voy a la Plaza de Armas de esta bella ciudad con mi pequeña hija, veo a ROCKY, con su ama, pero creo que suena mejor decir con su amiga..., y me doy cuenta, que no hay amigo más fiel, que el perro... entonces me le acerco, acaricio su fuerte cabeza y en un susurro le digo: -Eres un gran perro y el... me menea la cola-, su amiga sentada en una de las bancas de la Plaza, mirando la escena... sonríe orgullosa de la piruetas de su  fiel y gran amigo... ROCKY!