Anoche cuando retornábamos de un lindo paseo, sentí morir al lado de toda mi familia, pero siempre ese lindo ángel estuvo ahí, una vez más y logramos salvarnos. Veníamos de la hermosa LAGUNA AZUL, en el distrito del SAUCE, aquí en la ciudad de Tarapoto. Nos habían dicho que ya no había carro para regresar, pero al final terminamos viniendo en una camioneta, que se apuntó para traernos. Al momento de pasar el río, teníamos que hacerlo en el TRIMANAR (Plataforma que traslada a los pasajeros y a los carros de un extremo a otro). El río HUALLAGA estaba tan caudaloso, la noche demasiado oscura y sin estrellas y yo no sé por qué, pero me sentía incómoda preocupada e impaciente. No quería que nadie bajara de la camioneta, sin embargo, mi esposo y mi hijo Giusseppi, lo hicieron. En la camioneta también iba una señorita, que igual bajó junto con el conductor y que antes de bajar nos contaba que la semana pasada la fuerza del río traía troncos, ramas y que una la había hecho caer, por estar distraída, pero se cogió tan fuerte que no cayó al río. Llegó otra camioneta, con tres personas más y ya éramos dos carros los que pasaríamos. Cuando nos disponíamos a pasar el río, mi hija mayor intentó bajar de la camioneta, pero un grito mío la hizo quedarse. Después le dije a mi esposo que por favor subiera a mi hijo y así lo hizo. El TRIMANAR avanzaba, pero a mí me parecía que no... sin embargo, logré divisar a uno de los conductores en apuros, el río seguía turbulento, fuerte... los trajes SALVAVIDAS, flameaban con el aire, y nadie tuvo la precaución de ponerse uno, de pronto el trimanar viró hacia un lado, incontenible, la luz era tan tenue que no alumbraba el camino y ellos no podían dirigirse bien... el señor de abajo que controlaba uno de los motores comenzó a gritar, -¡NOS CHOCAMOS, NOS CHOCAMOS!-, y parecía el TITANIC a punto de estrellarse en el ICEBERT, pero en este caso frente a un gran cerro y con unos grandes árboles... y el TRIMANAR seguía sin controlar su rumbo, el choque era inevitable... ví a mi esposo cerca a la proa, grité, me olvidé de mí y cerré lo ojos, mi hijo estaba adelante, lo inevitable sucedería y pensé lo peor... mi alma y mi cuerpo se agitaron de miedo, lloraba sin poder controlarme, me dije interiormente -¡MI FAMILIA, protéjenos señor, permítenos llegar todos juntos a casa, igual que cuando salimos a este paseo!-, mi ruego se convirtió en súplica, no podía calmarme... entonces sucedió lo inevitable... NOS CHOCAMOS y los árboles se estrellaron encima de unos fierros que iban en la proa, cerca a mi esposo. Después del estruendo, -¡Cálmate no pasó nada, estamos bien!-, decía mi esposo y me apretó las manos, transmitiéndome fuerza, valor... y yo sólo lloraba... nos chocamos... logrando derribar los árboles... pero todos estábamos bien... todos a salvo y con vida... aún escribiendo estas líneas, siento mi cuerpo moverse al ritmo del río. Nos abrazamos todos, el TRIMANAR, logró estacionarse bien y pasamos al fin el río. Mi familia, los otros tripulantes, salimos ilesos, y mi corazón le agradecíó a Dios y a ese angelito que siempre nos cuida... el habernos traído a todos sanos y salvos, a nuestro hogar. Por eso nuevamente estoy aquí... con algunas lágrimas en los ojos y contándoles mi experiencia.
Que susto!! menos mal que sólo quedó en eso, Sí que tienes un gran ángel cuidándote, que bueno que todo salió bien y terminó en una anécdota para este blog
ResponderEliminarSi Iris, la verdad fue un gran susto y gracias por tu aporte. Un abrazote".
EliminarTremenda experiencia, Nuri... son las cosas que nos hacen apreciar mejor la vida y hacer de cada momento una oportunidad única. Saludos
ResponderEliminarPTB
Hola Al, que gusto. Toda la razón... aún lo estoy asimilando, pero Dios es grande y siempre envía a sus ángeles para cuidarnos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Nuria:
ResponderEliminarVine a retribuirte la visita y me encontré con un blog muy interesante y estético. Yo le doy mucha importancia a la concordancia estética.
En relación con la entrada, cada experiencia asustadora nos da un nuevo aire para vivir esta vida con mayor alegría e intensidad.
Te dejo un beso cariñoso y espero que sigamos en contacto.
HD
Hola Humberto, q gusto. Gracias por tu lindo comentario, q bueno q te gustó. Igual te dejo muchos cariños y cuídate mucho, estaremos en contacto. Te agradeceré bastante me apoyes con un comentario en el concurso de laBlogoteca 20 minutos. Un abrazo a la distancia!.
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