¡PERDONAR!

Perdonar no es signo de debilidad, 

es signo de fortaleza

-Andrea Pérez de Quero-

Cuan difícil se nos hace perdonar cuando hemos sido ofendidos o humillados. Suele suceder verdad? y nos cuesta dar nuestro brazo a torcer. Sin embargo el perdonar a una persona por lo que nos ha hecho, es un acto de fuerza, y jamás un signo de debilidad.

Guardar rencor o venganza no es la vía correcta de actuar, porque seguimos con el corazón lastimado y aunque parezca mentira, nuestra salud también se resquebraja. Lo notamos y no actuamos.

Cuando perdonamos de corazón dejamos de lado el poder que la otra persona tenía sobre nosotros. Y podemos comenzar de nuevo, con o sin ellos. Esa amargura que minaba nuestro interior se va disipando. 

Si das prioridad a que tu ego se interponga en el camino, entonces no deseas perdonar y poco a poco te vas debilitando en todos los aspectos de tu vida, dirás que no es así, pero solo tú sabes que no te puedes engañar a ti mismo.

Imagen tomada de la red. Si tiene derecho de autor la retiro.

Vivimos tiempos difíciles, quizá antes del confinamiento tuviste una discusión u ofendiste a alguien, y talvés dejaste de hablar con esa persona, que puede ser tu papá, un hermano, esposa, hijo, etc. 

Puedes aprovechar el momento y hacer una llamada, nunca es tarde. Sólo perdonando puedes dejar de lado los rencores y la amargura. Siendo así, liberarás al otro de la culpa, dejar todo en manos de Dios, como siempre dice mi madre y seguir adelante.

El perdón puede lograr:

* Relaciones más saludables.

* Mayor bienestar espiritual y mental.

* Alejar la depresión.

* Mejorar la salud de tu corazón.

* Menos ansiedad y estrés.

* Sistema inmunológico más fuerte.

* Mayor confianza en ti mismo y alegría.

Recuerda que perdonar es una maravillosa oportunidad para renacer, para sanar, para liberar tu alma, para llenar tu mente y tu corazón de paz.

Entonces, ¿qué estás esperando para dar este paso?

Nuria Ruesta Z.

Hora: 12:30 a.m.

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