"ESCUCHAR"

Creo que para entender a los demás, es necesario ESCUCHAR, comunicarnos MÁS. A veces cuando nuestros hijos nos hablan, o cualquier otra persona, no les prestamos atención. Para escuchar, hay que mirar de frente a los ojos. Por ejemplo, a mí  me molesta mucho, cuando les hablo a mis hijos y ellos, entretenidos en el televisor, en el facebook, o en la estridente música...  y no me escuchan. También he sido adolescente, pero en mis tiempos, habían límites. Escuchábamos a nuestros padres. Existía el RESPETO, lamentablente, HOY, se está perdiendo o lo peor, ya se perdió. En una oportunidad una jovencita  fue a buscar a su amigo, desesperada, quería contarle un problema bastante difícil para ella. Quería que él la escuche y le dé un consejo, para salir del atolladero en el que estaba.  Su amigo, entretenido en su BLACKBERRY, metido en su facebook,  no le hacía caso. Ella, al borde del llanto, -¡Por favor, escúchame, es urgente!-, y él, -¡Habla, te estoy escuchando!-, pero seguía, con los ojos puestos en su celular. Cuando decidió levantar la mirada, ella... ya no estaba. -¡ Mujeres, mujeres, quíen las entiende!-.  Entonces se marchó a su casa. Al día siguiente, cuando despertó para ir a la Universidad, escuchó la triste noticia de una señorita que se había suicidado, porque el enamorado terminó con ella y cuando mencionaron su nombre, se dejó caer desplomado en su cama, aquella señorita... era su amiga.  Pensó, medio aturdido,  -¿PORQUÉ NO LA ESCUCHÉ?-, y se sintió culpable, tan culpable, que quería retroceder el tiempo para enmendar su error. Muchas veces nuestros hijos, nuestro esposo, esposa, amigos, familiares, acuden a nosotros cargados de problemas, y nosotros... ocupados, cansados, aburridos... sin querer saber nada de nosotros mismos y mucho menos de los demás. ESCUCHAR, puede cambiar nuestro mundo, nuestra vida. Si tan solo, decidiéramos ESCUCHAR a los demás, aunque sea, cinco minutos, todo sería diferente. Cuando expresamos todo lo que sentimos, todo lo mal que la estamos pasando, a alguien que nos presta atención; nuestro corazón, se calma y nuestros emociones,  se controlan. No todos podemos manejar nuestro autocontrol y a veces,  necesitamos ayuda. Cuando alguien se acerque a tí, para escuchar una palabra de ALIENTO, de ÁNIMO, de ESPERANZA.... ESCÚCHALO. NO LO PIENSES DOS VECES.... ESTA PERSONA, TE LO AGRADECERÁ SIEMPRE!... EN ALGÚN MOMENTO, ESTA PERSONA... PUEDES SER... TÚ!