Se miraron dulcemente antes de despedirse, luego vinieron muchos besos, apasionados y tiernos, no tenían idea de si volverían a verse pronto, enseguida se estacionó un taxi, subieron las maletas y partieron hasta el aeropuerto.
La tarde anunciaba una fuerte lluvia, aún así ella decidió viajar. Él le ayudó a bajar el equipaje y la señorita aeromoza, anunciaba que los pasajeros ya tenían que abordar, y nuevamente los vehementes besos, los abrazos, la triste despedida. Decir ¡Adiós!, sonaba algo fatal, mejor sería un... ¡Hasta pronto mi amor!, y se despidieron al fin, prometiéndose mil cosas, cosas... de dos tórtolos enamorados.
Ella se acomodó en los asientos de primera clase del avión, y las lágrimas comenzaron a salir a raudales de sus ojos, le esperaba, un nuevo trabajo, una nueva ciudad, nuevos amigos, era la gran oportunidad de su vida, y tenía que realizar su gran sueño, de ser la mejor, en su profesión de DISEÑADORA DE INTERIORES.
Los primeros días, el celular de su novio sonaba incansable llamándola, y después, poco a poco, las llamadas se fueron apagando. Tenía la esperanza de que al salir del trabajo, tendría muchos mensajes de su amor en la contestadora... pero nada, parece que la relación, el gran amor de su vida... se estaba olvidando de ella, o al menos eso parecía... no quería aceptar, lo que las amigas siempre le decían... que no era nada bueno que una pareja se separe, porque el amor de a poquitos se muere. Era algo estúpido pensar así, pero la dura realidad, se presentaba de manera cruel ante sus bellos ojos verdes y tenía que asumirlo con mucha fortaleza.
Comenzaba el nuevo día, un duchazo, un café humeante, huevos revueltos con tocino, sus preferidos... y el riquísimo jugo de naranja, un desayuno ideal, para un duro día de trabajo, sin embargo, cuando lo vio, las ganas de probarlo se le fueron enseguida, la ausencia de su inolvidable amor, estaba haciendo sus primeros estragos.
Prendió el televisor para relajarse y escuchó una triste noticia, un joven apuesto de unos 23 años había tenido un accidente en su automóvil, siendo evacuado de emergencia al hospital. Cuando escuchó el nombre del misterioso accidentado, su corazón dio un vuelco, el herido, era su novio, el accidente fue tan grave, que todo indicaba que podrían amputarle una pierna.
Cogió su bolso, sus llaves y su celular y salió disparada hasta el aeropuerto... su corazón latía desesperadamente, quería verlo, abrazarlo, decirle que todo podía esperar, que todo sería mejor, si él estaba a su lado. Oraba en silencio y con todas sus fuerzas... hasta que llegó.
Los pasillos del hospital, fríos, lúgubres, y la muerte rondando como los fantasmas.
Enseguida dio con la habitación 345, y sin pedir permiso ingresó, pero la cama, estaba vacía, la enfermera le dijo, que aquel hombre, había sido llevado a la sala de operaciones, había perdido mucha sangre y la operación para salvarle la vida, requería de muchas horas.
Se dejó caer exhausta en el sillón de la habitacíón, aún sin poder asimilar lo que estaba pasando.
De pronto se escucharon fuertes llantos, por lo que decidió salir para ver lo que sucedía, encontrándose con la familia de él, que al verla, corrió para abrazarla.
Inmediatamente el doctor y sus asistentes salieron de la sala de Cuidados Intensivos: -¡La operación fue un éxito, logramos salvarle la pierna, pero aún estamos muy preocupados, él perdió mucha sangre y no les aseguramos nada, su estado, es muy delicado!-.
Ella, corrió angustiada y ante la mirada atónita de los médicos, decidió ir hasta su cama, tenía mucha fe, de que si él la escuchaba, las cosas podían cambiar y en nombre de ese gran amor...
Se acercó en silencio y le tomó la mano, tibia, relajada...él abrió ligeramente los ojos y al verla, apretó también fuertemente las suyas, intentando hablarle y sonriéndole débilmente...ella le dijo: -¡No, no hables por favor... ya estoy aquí para cuidarte... te amo... y ahora nada ni nadie, me separará de tu lado, llenándolo de besos y caricias!-.
¡Un milagro de amor... sucedió, en aquella habitación!.
Que bonito, triste y profundo Nuria. Está muy bien escrita, hace que los vellos se me ericen.
ResponderEliminar¡Un beso y muy buenos días!
Gracias Lola, me alegra q te haya gustado. Como verás, el amor verdadero siempre triunfa.
EliminarUn abrazote.
Un poco tétrica la historia... Pero me ha gustado. Besotes!!!
ResponderEliminarSiempre es un placer, leer tu comentario.
EliminarGracias por estar aquí.
Abrazotes!.
Triste historia pero con un final lleno de ternura.
ResponderEliminarBonito.
Besos.
Gracias André.
EliminarUn fuerte abrazo.
La distancia nunca puede ser un acicate para que el Amor desaparezca, si la pareja esta plenamente enamorada. Precioso Relato, Nuria.
ResponderEliminarUn abrazo, Nuria para todos.
Toda la razón, y como lo demuestra la historia, un verdadero amor, es capaz de asumir todo lo que se presente, bueno o malo.
EliminarAbrazos Pedro.
Realmente me ha gustado mucho tu relato, es una gran historia, y puedo decir, frente a ello, que el amor verdadero, hace grandes milagros.
ResponderEliminarBesos.
Besotes para tí también.
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