viernes, 4 de enero de 2013

¡EL GRAN AMOR DE SILVANA!


Pedro estaba decidido a terminar con su esposa después de doce años de matrimonio y con una bella pequeña de ocho añitos. Estaba aburrido de llegar a casa todos los días y encontrar a su esposa atendiéndolo amorosamente, actuando como si nada malo pasara. Ya no podía más, la horrible situación tenía que terminar.

Él salía desde hace cuatro años con su secretaria, una hueca mujer que sólo estaba interesada en tener un buen puesto en su trabajo y quedarse a toda costa con él, ya que su situación económica como dueño y Gerente de la Empresa, era bastante solvente.

Sin embargo Pedro, a pesar de la bígama relación que llevaba, no se sentía nada felíz. ¿Cómo decirle a su abnegada mujer que ya no la amaba? 

Cuando se conocieron, ambos estudiaban en la Universidad y en la misma facultad, estudiar Contabilidad era un sueño hecho realidad.

Cruzaron miradas, la chispa del amor los tocó como por  arte de magia, quedando flechados y prometiéndose que al término de sus carreras irían rumbo al altar y... así fue.  Más tarde tendrían a Sofía, una niña muy despierta e intuitiva.  Alguna vez con su inocente vocecita le dijo a su papá: 



¡PEDRO Y SILVANA!

- Papito, amas mucho a mamá?, a veces siento como si tu cabecita estuviera en otra parte-.  Pedro atónito, como si su hijita adivinara, se quedaba asombrado de su inteligencia, siempre dicen que los niños perciben todo lo que pasa a su alrededor.

Un buen día por fin el apesadumbrado hombre decidió decirle la verdad a su esposa. Sudaba frío, hasta le dio fiebre, pero si no era ahora, ya no tendría valor para hacerlo después.

- ¡Silvana tenemos que hablar! -,

- ¿Qué pasa mi amor? -

- Debo confesarte algo,... decir...te;  que... ya... no.. te... amo y que... me voy de la casa -

Parece que Silvana recibió un puñal en el pecho, pero lo escuchó con valentía y paciencia... sus palabras fingían firmeza y dulcemente le preguntó:

- ¿Estás seguro? -,  - ¿Quién es ella?, ¿La amas mucho? -

- No lo sé, pero me siento muy bien a su lado... Nuestro matrimonio se volvió una rutina, no mereces que te siga haciendo daño -

Ella se derrumbó y con lágrimas en los ojos le dijo:, - Está bien, lo comprendo. Sabes?, duele mucho, talvés no he sabido mantener la llama viva del amor, quizá preocupada con las cosas de la casa, nuestra hija, el trabajo... nos faltó tiempo para los dos.  Pero yo... yo te sigo amando, siempre serás el amor de mi vida. Puedo pedirte un gran favor? -.  Pedro con la incertidumbre de lo que ella le pediría le dijo que sí.

- No te vayas de la casa, acepto todo lo que tengas con ella, pero nuestra niña no tiene por qué sufrir, no debe saberlo. Hagamos como si fuéramos el matrimonio felíz de siempre y todos los días cuando llegues a casa tómame en tus brazos y llévame hasta nuestra cama como cuando recién nos casamos, no te pido más, tú puedes continuar con tu vida, yo no te molestaré -.

Pedro mudo y sorprendido ante lo que le pedía su esposa, así lo hizo y cada día que pasaba se dio cuenta que su esposa era el ser más bueno del mundo, la que siempre lo cuidaba y lo apoyaba en todos los momentos difíciles de su vida.  Cada vez que la cargaba la notaba muy débil... lucía cansada y muy pálida.

- ¿Te sientes bien? -,

- Si Pedro, ... debe ser que estoy muy estresada, no te preocupes, ya sabes que es la enfermedad del siglo, a todos nos aqueja -

Tristemente Silvana se marchitaba como una florcita sin agua.

Después de un mes de continuar con la petición que le había pedido su esposa, Pedro sentía que la amaba más que nunca.  La buena mujer jamás se quejaba y continuaba brindándole el mismo amor de siempre, mientras la pequeña Sofía, jugaba felíz por toda la casa  al ver contentos a sus padres.

Pedro terminó la relación con su secretaria y la despidió al descubrir que sólo estaba tras su dinero. Se fue muy optimista a casa para invitar a cenar a su esposa y decirle lo mucho que la amaba.

Más cuando llegó, Silvana no salió a recibirlo como siempre y él preocupado se fue hasta la habitación para buscarla... ella estaba tendida en su cama, parecía dormida.

Entre sus manos tenía un hermoso cuadro con la foto del día de su matrimonio... Silvana... había fallecido... desde hace un tiempo se dio cuenta que estaba muy enferma pero justo cuando se lo iba a decir a Pedro, él había decidido terminar con su matrimonio.

Desencajado y al borde de la desesperación... lloró amargamente y comprendió que el amor verdadero, es el que entrega todo... y nunca... espera nada a cambio.


Autora: Nuria Lourdes (11:30 p.m.)


16 comentarios:

  1. Una historia muy triste, compleja. En realidad el mundo de las relaciones es tremendamente complejo.

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    1. Así es Francisco, el amor es un sentimiento tan lindo y puro, que no debemos dejar morir, sino alimentarlo con más amor.
      Besos!

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  2. Un magnífico relato que cuenta una historia arrebatadora y llena de espinas.
    Muy buena Entrada, Nuria.
    Un abrazo y Recuerdos a tu Familia.

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    1. Gracias Pedro, me alegra que te haya gustado.
      Un abrazo grandote para tí!

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  3. Nuria es una magnífica historia la que nos dejas, cargada de tristeza y de abnegación, demasiado tarde se dio cuenta él de la realidad.

    Un abrazo,

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    1. Gracias Sau, qué lindo comentario.
      Te dejo un fuerte abrazo.

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  4. Es que a veces no nos damos cuenta de lo que pasa en realidad...
    Una historia muy bonita desde luego.

    Un besazo.

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    1. Gracias Towanda, qué alegría tenerte de nuevo por aquí, eres siempre bienvenida.
      Besos!

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  5. Giusseppi Daniel De La Cruz Ruesta.4 de enero de 2013, 16:19

    Muy lindo mamá tienes mucha creatividad...
    Me gusto todo el relato de principio a fin,me
    fascinan tus relatos,magia es lo que escribes...
    Mamita te quiero mucho.

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    1. Gracias mi Príncipe Bello, mi gran escritor.
      Te amo mucho hijito de mi corazón.

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  6. Que hijo más encantador tienes.
    El amor es muy bonito y la convivencia muy complicada, tanto que a veces puede hacerse una losa que el amor no soporta, es este caso el amor de ella la traspasó. Muy bonita Nuria.
    Muchos besos.

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    1. Tienes razón Lola, la convivencia es muy complicada, por eso la comunicación y la confianza, son dos verbos importantes en toda relación.
      Te dejo muchos cariños y gracias por tu visita amiga querida.

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  7. Uf, no sé ni qué decir... Al principio me había enfadado con Silvana por ser tan pusilánime pero luego vi que lo había hecho por su hija y ahora ya no sé que pensar. Jajaja. Un besote.

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  8. Ya lo creo amiga... cuando nosotras madres tenemos hijos, más importante son ellos siempre y no nos gusta por nada del mundo que sufran.
    El amor de Sandra fue incondicional.
    Besotes!!!

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  9. uffff...que historia tan triste, se me ha saltado hasta una lagrimilla, pobrecita Silvana, aunque Pedro..grrrr lo mataría que estupido! Lástima que cuando se arrepintió ya fuera tarde.
    Besos Nuria!

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  10. Así es amiga, lamentablemente no sabemos valorar el verdadero amor, y cuando lo perdemos, recién nos damos cuenta de lo mucho que vale.
    Besos!

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