¡MI TALÓN DE AQUILES!

Sé que se preguntarán el por qué no he publicado este fin de semana?. Pues bien la anécdota viene enseguida.

Mi esposo llegó a casa el día sábado y muy contento me invita a tomar desayuno, mientras mis pequeños hijos estaban en sus clases de natación en el colegio.

Íbamos de lo más contentos, como dos adolescentes... cuando a punto de llegar al "Café Plaza", para degustar el riquísimo desayuno y justo para cruzar la pista, recibí un silletazo en la parte superior del talón, que me hizo ver al diablo calato, todas las estrellas del cielo pero a colores, y del dolor, casi sentí que el cielo se volvía gris, opacando en segundos el radiante sol que iluminaba la mañana y por supuesto, quitándome todas las ganas de desayunar.

Ante el indescriptible dolor y habiendo cruzado ya la pista, me quedé retorciéndome como un gusanito, pero con dolor de estómago y mi esposo tratando de ayudarme, no sin antes regresar a recoger la silla, pues era de otro café al aire libre.

Seguimos avanzando los pocos metros que faltaban para llegar al bendito café y me detuve nuevamente, algo frío chorreaba por detrás de mi pie... era sangre... el golpe me había sacado una pedacito de piel... ¡Cómo me dolía!

Al fin llegamos y lo primero que hice fue sentarme. Mi esposo pidió la carta para elegir lo que nos apetecía, pero como el dolor continuaba, le dije que era mejor retirarnos.

Llegamos a casa con el estómago vacío y me desfogué llorando todo lo que pude por el dolor. Mi esposo trajo el botiquín, me limpió la herida con algodón y alcohol, agua oxigenada, y con mucho cuidado, alcanzándome enseguida una pastilla para aliviarme el malestar.

Mientras eso sucedía, yo pensaba cómo es que me cayó la silla de metal, pues ni cuenta me di... -¡Las tiras de tu bolso se enredaron en la silla!-, dijo mi esposo. -¡Puede ser me dije!... conclusión: ¡Las cosas no suceden por casualidad!

Siempre escuché el famoso "Talón de Aquiles" y nunca me imaginé que era una expresión que se emplea para referirse al punto FLACO o DÉBIL de una persona, o de una cosa... o talvés lo sabía, y ahora viviendo la experiencia, puedo decir... que de verdad, es la parte más débil y dolorosa del ser humano.

Cuenta la historia, que cuando AQUILES nació, TETIS la más hermosa de la NEREIDAS, esposa de PELEO, de quien tuvo a AQUILES, intentó hacerlo inmortal sumergiéndolo en el rió ESTIGIA, pero su madre lo sostuvo por el talón derecho para sumergirlo en la corriente, por lo que en ese preciso punto de su cuerpo quedó vulnerable, siendo la única zona en que AQUILES, podía ser herido en batalla.

¡AQUILES!

Sólo recuerdo que a mí siempre me sumergían en el agua para enseñarme a nadar, logrando espantarme y haciendo que tenga miedo a ahogarme cada vez que voy a una playa...  (no sé nadar), así que no soy inmortal.

El golpe que recibí, no fue en el talón derecho, sino en el izquierdo y para terminar con esta anécdota, no sé en qué batalla me agarraron a mí, pero el silletazo, demuestra que esta historia, mito o leyenda , se cumplió en esta fiel servidora, que estuvo postrada en camita, con la patita remal. Jijijijiiji...

Para la próxima vez, tendré que salir de casa con zapatos de acero... porque si me cae otra vez una silla, juro que no salgo jamás...  (Es una bromita, ante lo cual, sólo me resta tener más cuidado y no ir con la boca abierta como dice mi madre).

Nuria Lourdes (12:05)