"ESQUELETOS HUMANOS"

Es muy triste detenerse a mirar al mundo. Triste porque todo lo que vemos es MISERIA, MUERTE, INJUSTICIA Y MUCHA VIOLENCIA. Pero lo que más me asombra, es la condición humana de algunas personas. La forma tan denigrante de cómo viven. Venía de hacer las compras del mercado, como todos los domingos y observé a un hombre, que cargaba sacos de arroz. Tan pesados para su delgado y frágil cuerpo, que parecía que se iba a romper. Todo por unos insultantes soles, para poder llevar el pan a su casa. En nuestro Perú tan duro, dónde muchas veces, sólo importa sobrevivir. A él, no le interesaba las condiciones en que se encontraba. Realmente ¡devastador!. Estamos hablando de un ser humano, no de una animal de carga...un ser humano, que es el que cargaba aquellos sacos, al punto de faltar casi poquito, para doblarse y caer de rodillas. . Por sus condiciones, me di cuenta, que estaba enfermo, talvés no duraría ni 10 años, después de que comenzó en esta dura actividad. Considero, que para personas más fuertes. Se imaginan?. Su enfermedad era la TUBERCULOSIS. A pesar de las duras condiciones de este "trabajo", Jorge, que así se llama, el protagonista de esta nota, tenía esposa y 3 hijos, incluso también tenía televisión y algunas cositas más, en su rústico hogar. Yo había escuchado algo realmente aterrador. Hay personas que por dinero, venden sus ovarios. Alquilan su cuerpo. Otros se prostituyen... y en fin...una serie de cosas horribles. Pero en este caso...se trataba de la venta ilegal de esqueletos humanos, algo que muchos dicen, pero que aún, no se ha descubierto. Esqueletos, que a veces obtienen algunos estudiantes de medicina, para realizar sus estudios y prácticas. Entonces si eres de condición extremadamente pobre, como el caso de Jorge, te proponen la idea de comprar tu esqueleto. Así fue como le preguntaron a Jorge: -¿Hace qué tiempo trabajas en la calle?-, -Casi 13 años-, les contestó Jorge. Y muy frescos le dijeron: -Perfecto, aquí tienes tu dinero-. Cuando la persona fallecía, inmediatamente se llevaban el cuerpo. Y mediante un proceso que tenian, descarnaban toda la piel y ya tenían el esqueleto limpio y listo para venderlo. Jorge, tristemente, ya había vendido el suyo. ¡INCREÍBLE...PERO CIERTO!. Aparte de esta forzosa actividad, él ya había negociado con su cuerpo. Al verlo tan despreocupado, decidí acercarme hasta él. Mi curiosidad podía más. Yo quería saber, qué pasaba por su mente. Entonces le pregunté, mirándole fijamente a los ojos: -Señor, ¿no está usted preocupado?, su respuesta me dejó impactada...-¿POR QUÉ?. Enseguida le volví a preguntar: - Por sus hijos, por su esposa, no sé...su familia señor-. Tristemente me dijo: -Señora, hago lo mejor que puedo-, es todo. Lo demás, está en manos de nuestro Señor Jesús-. -Pero...por favor señor y qué me dice de su enfermedad?, usted se está muriendo, tiene que verlo un médico-. Pensé que fui una inconciente al decirle eso...con qué dinero se iba a atender?, si ni siquiera tenía un seguro. Volví a bombardearlo con otra pregunta: -Está sufriendo mucho, ¿verdad?-. Con sus ojos casi hundidos por la enfermedad me dijo: -Sí señora... un poquito...pero hay que aceptar la vida como se nos presenta-. Cada domingo cuando iba al mercado, siempre lo véia, pero jamás de mal ánimo. Otro día en que volví para conversar con ÉL...me dí cuenta, que estaba frente a un GRAN SER HUMANO, A UN MÍSTICO. UNA PERSONA TRANSPARENTE, DE ALMA PURA. YO ESTABA EN PRESENCIA DE LA REALIDAD, DE LA VIDA MISMA, DEL ESFUERZO SOBREHUMANO...¡ÉL ESTABA ALLÍ, SIEMPRE ESTABA ALLÍ!, TODAVÍA VIVO...SIN EMBARGO, LA MUERTA...ERA YO. Porque creemos que tenemos todo..., la verdad...no tenemos nada... Me dí cuenta, que era ÉL mismo...que siempre estaba dispuesto a dar todo por su familia, no interesaba si era su triste y delgado cuerpo, que lentamente moría. Lo importante era llevar un pan a su FAMILIA, ése que a veces sobra en nuestras CASAS y que muchas veces votamos, sin pensar para nada...¡CUÁNTA HAMBRE PASAN LOS DEMÁS!. MIS RESPETOS Y CARIÑO...PARA JORGE!