"BRYAN EDUARDO"

Amaneció y me dije: -¡HOY ES UN GRAN DÍA!-. Uno de esos días, en que te levantas y recuerdas a una persona, o a algún familiar cercano, que hace mucho no veías y que deseas con todo tu corazón que esté ahí, para darle un fuerte abrazo y decirle que lo extrañas mucho. Sin embargo, mi corazón estaba triste y no sabía porqué. Al llegar a casa  mi esposo me dice: -¿Sabes, que día celebramos hoy?-. Lo miré intrigada y le dije que no lo sabía. Entonces me miró fijamente y me dijo: -Hoy, es el cumpleaños de nuestro hijo Bryan-. Los recuerdos se agolparon uno a uno en mi cabeza y mi tristeza aumentó. Primero por olvidar el cumpleaños de mi hijo mayor y segundo por estar triste sin saber porqué. Entonces, la duda se despejó y me di cuenta, que mi tristeza era por la ausencia de mi hijo. Que partió para estar al lado del señor hace diecisiete años. Nació el 13 DE OCTUBRE, de l,993. Hoy estaría cumpliendo 18 años. Seguí cocinando en silencio, con la nostalgia presente y añorando volver a verlo aunque sea  por una vez más. Terminé de preparar el almuerzo y llamé a mis tres hijos y a mi esposo, para sentarnos a la mesa. Todos observaron mi cara de tristeza y mi hija mayor, antes de almorzar, empezó con la oración. Entonces dijo: -¡Gracias Señor por estos alimentos!-. -Perdónanos por todas las veces que te hemos ofendido-. -Ayúdanos a ser mejores cada día-. Luego agregó: -En este día tan especial, saluda a nuestro hermanito Bryan Eduardo por su cumpleaños-. Dile por favor, que lo recordamos siempre y que estamos felices, de que esté celebrando este lindo día,  con todos los angelitos del cielo.  Este rico almuerzo que mamá preparó, es en honor a tí. Terminamos la oración y en silencio...empezamos a almorzar...y yo, mirando la silla vacía, con el recuerdo de mi hijo...que ya no está!