Al fallecer mi padre, nos quedamos en la orfandad, mis 5 hermanos; mi buena madre y yo. Pero hoy quiero compartir con ustedes, la historia de mi cuarto hermano Gustavo Adolfo. Diría yo sin equivocarme, que es el retrato fiel de mi padre.. Un niño muy inteligente y vivaz. De pequeñito fue seleccionado para hacer de niño Jesús en la iglesia del barrio "Nuestra Señora de Guadalupe". Mi madre emocionada, porque a sus cortos cinco meses, lo llamaban para representar al niño en el pesebre. Hasta que creció y terminó también su lindo personaje. Soy franca en decir que al hacer esta nota, mis lágrimas comienzan a salir como gotas de lluvia, abundantes y cargadas de nostalgia. Pero siempre y en todo momento de mi vida lo recuerdo. Tan preocupado por mi mamá y por sus hermanos, pero especialmente por mi hermana Susana y yo, que éramos las mujercitas de la casa. Cuando éramos adolescentes, si alguien nos enamoraba, el estaba ahí, listo a lanzarles una piedra y espantarlos y después venía corriendo a la casa a esconderse, pues los otros muchachos eran más grandes y podían pegarle. Con sus 5 o 6 añitos, todo lo que mamá le enseñaba, él lo aprendía correctamente y sin equivocarse: -¨¿Dónde nació Don José de San Martín?-, él contestaba con su tierna vocecita: -¡En Yapellú, Argentina!¨, -¿Cómo te llamas?-, -¡Gustavo Adolfo Ruesta Zapata!- y mi madre felíz..., de ver a su hijito tan despierto. Fuimos creciendo, y yo, la hermana mayor y en plena adolescencia, a menudo no recordaba donde dejaba mis cosas, porque mi pasión por ir a jugar vóley, era más importante. Yo le decía con mi viveza de adolescente: -¡Hermanito si encuentras mis libros, te doy un premio-!, y él afanoso, corría por toda la casa a buscarlos, hasta que los encontraba y me los traía sonriendo. Yo en respuesta, le decía: -¡Muy bien!, -¡Eres desde ahora, MI BUSCADOR BUSCADO y le daba un beso!- Crecimos todos. Yo me casé y me fui a vivir con mi esposo. Tuve a mi primer hijo, el cual enfermó y a consecuencia de ello, falleció. Mi mamá y hermanos se fueron a Lima para acompañarme en el sepelio. Mi hermano sintió bastante la muerte de su primier sobrino y decidió quedarse a trabajar en Lima. Desde esa fecha, recién el año pasado, despúes de 17 años y ante la tristeza de mi madre por no tenerlo cerca, decidió visitarnos, causando que toda la familia, salte de emoción y de alegría; especialmente mi madre. Hoy al correr los años, es ya todo un señor Padre. Con una hermosa familia y dos hijos maravillosos. Radicado en Lima desde hace 18 años. Mi amor y cariño por él siempre están en mi corazón y cuando chateamos... no me canso de decirle...¡LO MUCHO QUE LO QUIERO Y EXTRAÑO!, y le agradezco al señor, por ese lindo DON, el de ser un GRAN HERMANO, BUENO Y SIEMPRE SOLIDARIO. Con todo mi cariño para mi hermano, Gustavo Adolfo...¡MI BUSCADOR BUSCADO!.
Lindísima nota. Comparto el sentimiento fraternal a nuestros hermanos!
ResponderEliminarMe gustó mucho la nota. Recordé a mis hermanos q están lejos. Todo mi amor para ellos a la distancia. Bolivia
ResponderEliminarBueno que te puedo decir, yo que conozco a toda tu familia incluyendo a tu padre del cual aun tengo su imagen en mis recuerdos de niño, con su vw y luego de su moto hondo 50;llevandolas al colegio Lourdes, a Jhon al San Ignacio, de los paseos que haciamos con tu padre al campo.
ResponderEliminarde tu madre la sra Ruesta (asi le desiamos), que hasta hoy la veo por el barrio.
tienes razon Gustavo (PAN), se desaparecio hace muchos años de piura desde esa fecha no lo he visto, se que estuvo algunos años en contacto con mis hermanos Jairo y Rada em lima, pero luego le perdimos el rastro.
y es la viva imagen de tu padre don JAVIER RUESTA BRICEÑO, mira esta de su apellido materno me acuerdo, porque siempre fue un ejemplo de padre para mi.
saludos