Llovía intensamente y las calles eran tan solitarias que daba miedo caminar de noche. Carina no pensaba más que en llegar a casa, sin embargo no llevaba paraguas y la torrencial lluvia le impedía ver claramente el camino.
De repente y sin darse cuenta cayó en un hueco profundo, era un buzón que estaba sin tapa, quizá un ladronzuelo lo había robado.
Carina se golpeó fuertemente la cabeza, pero no perdió el sentido. El dolor era tan intenso que sangraba mucho.
Casi a punto de desfallecer vio una luz resplandeciente que se acercaba a ella, pensó que talvez estaba muriendo, y esa luz se transformó en un bello niño. -¡Hola Carina, pintaba estrellitas en el cielo y te vi... No te preocupes, te enseñaré el camino para llegar a casa!-
Casi a punto de desfallecer vio una luz resplandeciente que se acercaba a ella, pensó que talvez estaba muriendo, y esa luz se transformó en un bello niño. -¡Hola Carina, pintaba estrellitas en el cielo y te vi... No te preocupes, te enseñaré el camino para llegar a casa!-
Ella estaba absorta, el niño le tendió la mano y Carina sintió alivio a su dolor. Las manitos de aquel niño estaban tibias, parecía tan real que sin temor alguno se dejó llevar por él.
Al día siguiente Carina estaba en su cama, creyó que había tenido un mal sueño, pero un leve dolor en su cabeza y manchitas de pintura en sus manos, le hicieron recordar lo que había vivido por la noche.
Miraba su habitación y la brisa del viento suave dejó entrar por la ventana una frágil pluma blanca, igual a la que tienen las aves... había escuchado hablar de los ángeles... su ángel de la guarda se hizo presente salvando su vida.
Miraba su habitación y la brisa del viento suave dejó entrar por la ventana una frágil pluma blanca, igual a la que tienen las aves... había escuchado hablar de los ángeles... su ángel de la guarda se hizo presente salvando su vida.
Desde aquella noche, antes de dormir, Carina reza agradecida:
¡Angel de la Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día, no me dejes sola pues me perdería... Gracias por estar ahí, gracias por cuidar mi vida!
Autora: Nuria Lourdes. (10:50 p.m.)
Uy quye lindo relato, me gusto mucho es mágico.
ResponderEliminarGracias Citu. Qué gusto me da que lo hayas disfrutado.
EliminarBesos.
Hola Nuri, qué bonito y tierno el relato. Me ha encantado!!!
ResponderEliminarBesos!!
Gracias Raquel. Bienvenida siempre por aquí.
EliminarBesotes.
Qué historia tan tierna. Un besote!!!
ResponderEliminarGracias Álter por pasar siempre por aquí.
EliminarBesos.
Ternura a for de piel, ¡Cuánta sesibilidd!
ResponderEliminarBesos Nuri y feliz semana
Gracias amiga, igual para ti.
EliminarBesotes.
ha quedado genial el relato y la oración ! miles de besos desde España !!
ResponderEliminarHolaaaaa Rosa, qué sorpresa tan bonita tu visita.
EliminarGracias por venir.
Besotes y bienvenida siempre.
Hola Nuria!!! Yo creo que también tengo un ángel que cuida de mi, siempre me estoy dando golpetazos por todas partes pero salgo victoriosa siempre.
ResponderEliminarEncantador relato, muchos bssss.
Qué lindo verte por aquí Silvia! Me alegra que tu angelito de la guarda siempre esté cuidándote.
EliminarBesotes amiga y qué alegría saber nuevamente de ti.
Quizas tengamos que tener mas historias tiernas como esta, para sensibilizar al mundo que anda tan violento.
ResponderEliminarHola Nuria. Luego de un buen tiempo fuera de circulacion, por razones de salud aqui me tienes y con una nueva direccion.http://plumaydata1.blogspot.ca/
Bonita entrada aqui te dejo un abrazo
Hola Pluma, qué gusto tener noticias tuyas otra vez.
ResponderEliminarEspero de corazón que ya estés mucho mejor y que sigas escribiendo cosas tan lindas como siempre.
Muchas gracias por tu lindo comentario y bienvenido siempre por mi humilde rincón.
Besos.