Astutamente observo
el correr silencioso del tiempo,
ignorando el tic tac del reloj,
que siempre me mira desafiante.
De pronto me siento
como una piedra lanzada al vacío,
pero la dureza no me hace fuerte,
Estoy en el mismo lugar
que se llama ESPERA...
no te desanimes.
Y vuelvo con más ganas
para beber
las gotas reales de mis ansiados sueños.
Entonces me atrevo
a mirar sin parpadear el horizonte...
y pienso..
La vida es para disfrutarla... y ser felíz.
No te bajes de la barca...
Jesús es tu amigo... déjate conducir.
Nuria Lourdes (12:08 a.m.)
Hola Nuria!!! Cuanto tiempo sin pasar por tu casita, hoy nos deleitas con un poema muy bonito.
ResponderEliminarDisfrutemos de la vida que es corta y cuanto más intensamente lo hagamos mucho mejor.
Un abrazo y bssss.
Holaaaaaaa Silvia, que bonita visita. Tienes toda la razón amiga, así que allá vamos.
ResponderEliminarBesitos y gracias por tus lindas palabras.
Un poema muy bonito. Lástima que no sea creyente, pero igualmente precioso!!!
ResponderEliminarCuanto tiempo sin verte por aquí. Millones de besos y abrazos!!!
Amigoooooooo... qué alegría enorme tenerte de nuevo por aquí, la verdad los he extrañado mucho, pero aquí estoy de nuevo retomando mi pasión por escribir.
ResponderEliminarFelíz de que te haya gustado el poema, estoy segura que dentro de tu gran corazón, también está Jesús, él es un amigo incondicional, siempre te espera y está ahí cuando más lo necesitas... ya lo verás.
Besitos y millones de abrazos también.