Esta noche en la universidad donde trabajo, tuvimos una reunión todos los profesores, previo a los talleres que inician el próximo Lunes, reunión que estuvo bajo la dirección de una psicóloga.
Nos indicó que cada uno de los profesores nos presentáramos en el animal que nos gustaría ser, ya se imaginan... debíamos incluso hacer los sonidos que emite el animal y desplazarnos por toda el aula, maullando, graznando, croando, etc. Jejeje, todos con cara de _¿y ahora en qué animal me gustaría presentarme? Unos dijeron, conejo, perro, halcón, lobo, y, se presentaron ante todos, en medio de risas; pero al final con éxito.
Faltaban por presentarse algunos profesores, y yo me ofrecí como voluntaria. Así que muy decidida dije: ¡Yoo!; y ante la expectativa de todos me cedió la palabra con un gesto amable. Me puse de pie frente a todos dispuesta a presentarme en mi animal preferido.
_Mi nombre es Nuria Ruesta Zapata, abogada de profesión, apasionada de las letras y metida en el deporte como profesora de Educación Física hasta los tuétanos. Jijiji.
_Soy un ÁGUILA, un animal longevo que vive 70 años, pero cuando llego a los 40 debo tomar una difícil situación... (por lo pronto voy por 56 dije contundentemente). Me encanta volar alto, siempre hacia nuevos horizontes, me renuevo para fortalecer mis alas y pico. Cuando las cosas no marchan bien, me lo tomo en serio y me propongo la meta de trabajar en mejorar. Aunque el proceso es difícil, no me es imposible de solucionar.
Lo que viene a continuación es la historia de lo que sucede con el águila y con la cual me identifico.
A las cuatro décadas de vida, las uñas de las águilas se vuelven apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a a sus presas con las cuales se alimenta.
Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra su pecho, sus alas envejecen y se tornan pesadas y de plumas gruesas. Volar se le hace muy difícil. Entonces el águila tiene sólo dos alternativas: morir o enfrentar su doloso proceso de renovación, que durará 150 días.
Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar. Después, al encontrarse en el lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego de hacer esto, esperará el crecimiento de un nuevo pico con el que desprenderá una a una sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.
Finalmente, después de cinco meses muy duros, sale para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años mas de vida. (Mi lado humano sigue concentrándose con fuerza en este objetivo).
Muchas veces nuestra vida suele verse gris y envejecida. Nos sentimos fatales. Entonces aunque la decisión es difícil de tomar, no es imposible de lograr. O nos transformamos como las águilas o estaremos condenados a morir. La transformación exige, primero, hacer un alto en el camino, tenemos que resguardarnos por un tiempo. Volar hacia lo alto y comenzar un proceso de renovación. Solo de esa forma lograremos desprendernos de esas viejas uñas y plumas para continuar un vuelo de renacimiento y victoria. Debemos desprendernos de todo lo que nos cause dolor. Entregar lo mejor de nosotros mismos siempre. Solo cuando estemos libres del pasado lograremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.
Firma
Un águila que no le teme a la adversidad, dueña de un espíritu intrépido y conquistador. Un águila que anima a la gente a que mire hacia lo alto... siempre a lo alto, porque siempre hay un nuevo amanecer para conquistar.
Nuria Ruesta Zapata.
Hora: 23:53 p.m.
Desconocía ese vuelo de renovación y todo el proceso.
ResponderEliminarEres un águila muy buena.
Besos.
Muchas gracias Toro y te animo a renovarte como el águila, estoy segura retomarás tus actividades super motivado. Un abrazo.
EliminarDesconocía ese proceso renovador del águila, tal vez la diferencia con ella es que no somos conscientes de que debemos hacer ese proceso en algún momento de la vida, y allí está la tarea para todos. Muy buen mensaje nos dejas.
ResponderEliminarBesos dulces hasta Perú y dulce fin de semana.
Así es Dulce. Como bien dices en algún momento de la vida debemos realizar ese proceso, yo creo nunca es tarde. Un abrazo.
EliminarNo conocía la historia. Me alegro de que seas un águila. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Susana, jijii. Me cuentas qué animal te gustaría ser? Un abrazo.
EliminarSé que no es metáfora, sino biología animal de supervivencia, del águila, y bien la tomas para caracterizar tu vida de no arredrarse ante las dificultades. Siempre avante, para vivir la vida más allá de los desfallecimientos. Un abrazo. Carlos.
ResponderEliminarGracias Carlos. La vida es una sola y hay que vivirla al máximo como el águila, siempre dispuestos a renovarnos para seguir adelante. Un abrazo.
EliminarUn animal que realiza una transformación realmente increíble!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Hola, Sara! Así es, super increíble, digna de imitar. Gracias por la visita. Un abrazo.
EliminarArgumentaste bien tu identificación con el aguila. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Demiurgo! Qué gusto saber de ti. Gracias por tus palabras. Y aprovecho para preguntarte: ¿Qué animal te gustaría ser? Me cuentas... Un abrazo.
EliminarNo sabía que sufrían tanto las pobre águilas... cuando me toque creo que elegiré ser una nutria... parecen tan felices y tranquilas, ¿verdad?
ResponderEliminarHola, Beauséant! Jajaja... qué gusto saber de ti. Yo creo que cada uno puede se puede identificar con el animalito que desee ser. Una nutria, un gatito, león, etc. Un abrazo grande desde Perú.
EliminarSe parecen a mi.
ResponderEliminarHola, Frases Bonitas! Bienvenido. Me parece genial que te identifiques con un águila, siempre resurgimos de entre las cenizas. Un abrazo.
EliminarDesconocía el proceso de las águilas y que tú también nos has explicado, pero mas que nada me gusta que te identifiques con con ellas, demuestras lo fuerte que eres.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Conchi! Qué gusto saber de ti y de que estés bien. Trabajo mucho perseverando en lo que me gusta y mi fortaleza es creer en mí. Un abrazo grande.
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