Amanecía en la ciudad de México, el cielo estaba
totalmente nublado y los árboles se movían al ritmo de los vientos huracanados
que parecían agitarse sin control. Los primeros rayos de sol, que días atrás
irradiaban calidez, se habían ocultado sin remedio y todo se tornaba oscuro en
escasos segundos. Qué pasó? Gritaba la gente desesperada, las personas corrían en
diferentes direcciones, incluso hasta se chocaban, no importaba nada, solo
ponerse a buen recaudo.
De pronto una luz que casi cegaba los ojos iluminó el
cielo, un objeto ovalado de increíble luz brillante amenazaba descender frente
a miles de estupefactas personas que al observar el fantástico objeto, no
dudaron en acercarse más para saciar su morbosa curiosidad.
Aquel desmedido atrevimiento les costó caro, cual si fuera una aspiradora gigante los succionó y desaparecieron como por arte de magia. Los demás se
alejaron temerosos pero no evitó que cayeran desplomados de la impresión…
ellos… no supieron más de lo que ahí pasó.
Comenzó un nuevo día, todo parecía normal como de
costumbre, el cielo volvió a brillar, la gente a trabajar y sus mentes nunca
recordaron que pasó… lo olvidaron todo.
Autora: Nuria Lourdes Ruesta Zapata.
Hora: 9:22 a.m.