... Las malas lenguas dicen que también sucede hasta en las mejores familias. Sí, la clásica "Oveja negra", es un término con una connotación negativa, que daña gravemente a nuestros pequeños.
Por esa razón, antes de estigmatizar a nuestros hijos con estas palabras, es necesario investigar cuál es el motivo que los lleva a actuar así.
La psicóloga Amelia Tirado de "Creciendo Juntos", asegura que un adolescente puede ser antisocial o rebelde porque ha sufrido carencias afectivas y materiales. Tal vez nosotros mismos como padres no hemos atendido como corresponde a nuestros engreídos y quizá por ello no los hicimos sentirse queridos y protegidos.
Frecuentemente las "ovejas negras" tienden a ser los más pequeños de la familia o el hijo "sanguche", quiere decir el que está entre el hermano mayor y el menor.
Pues bien, ¿Qué hacer?
Lo primero dejar de decirle "oveja negra", porque se siente ridiculizado y equivocadamente cree que es una mala persona.
Evitar compararlo con sus hermanos.
No olvidemos que cada hijo es único y todos tienen sus habilidades y talentos, por supuesto también defectos diferentes. Así que es importante no hacerlo ya que crearás problemas entre ellos.
Nuestros hijos nos necesitan, escuchemos lo que nos dicen con atención, pero sobretodo, con paciencia, comprensión y mucho amor.
Nuria Lourdes. (11:51 p.m.)